Será eso. Será la muerte.O la vida.
El maravilloso mecanismo que mueve todo. El que siempre habrá un porqué.
Quizás es el haber rozado el peligro lo que te hace valorar lo que tienes. Quizás es el tan sólo imaginarte que en cualquier momento todo se puede acabar. Que en cualquier momento puedes intentar salir de esa trinchera que te mantiene alejado del peligro pero inmerso en el y que cuando eso suceda en un par de pasos ya habrán acabado contigo.
Quizás es desertar, o ser valiente sin más opciones. Yo opto por desertar fingiendo ser valiente. Porque el concepto que se tiene de valentía no es el mismo que tengo yo.
Encontrarse sumido en un mundo en el que no encajas y que eso te torture pero te haga sentirte especial. Que cuando encuentras a una persona, un pensador, un alma perdida que te entiende y compartes esa sensación cuando lo puedes leer dices "aquí está, esta es la verdadera esencia del ser humano". En su belleza, en su torpeza, en su pasión, su locura, su envidia, con los horrores que cada día inundan el mundo.
Sentirse en otra dimensión, en conexión con el universo. Todo gira, todo cuadra, todo nace y todo muere. Y tú giras con ello. Y con el resto.
Con el resto al que tanto se critica, con el que nadie se identifica pero del que todos formamos parte porque nosotros lo hemos creado y nos ha creado a nosotros.
Porque en el cielo hay estrellas, millones. Muchas se ven y otras sin embargo están mas lejos pero el caso es que todas están. Unas mundos calcinados, otros mundos helados, mundos bellos, gaseosos, brillantes. Pero hay diferencias entre las estrellas: mientras unas brillan y se extinguen sin mas apagandose lentamente destinadas al fin, sin crear nada a su al rededor hay algunas estrellas que brillan y crecen y con el tiempo brillan más. Y al final mueren. Pero no mueren igual que las demás sino que a su alrededor una hermosa nube de polvo de todos los colores que genera formas y expresiones bellísimas. Y aunque también acaben por extinguirse y convertirse en nubes de polvo negro servirán para formar nuevas estrellas.
Yo quiero ser esa estrella, yo me siento esa estrella, yo quiero formar parte de este mundo que no entiendo. Y aunque no sea grande confío en poder esparcir todo lo que pueda antes de extinguirme igual que lo hacen ellas.
Cuánta gente perdida por el camino. Gente que lucha que vive que siente y gente que no tiene más remedio que tener lo que tiene y no lo que merece aunque nadie tiene lo que se merece.
Será que me lo he buscado. Estar en la cuerda floja te hace ver hasta donde llegan las "fuerzas del universo", salvándome una vez más. Verlo y te das cuenta de que quieres vivir. Sentir como tu corazón se aceleraba ante la incertidumbre una y otra vez. Caer en el barro y hundirte hasta ahogarte. No ver manos que te intenten sacar y pensar que no sales. Que ahí te quedas. Que no era tu destino pero que el destino no existe, solo el deseo. Y cuando estás en el fondo darte cuenta de que nadie te va a ayudar si no te ayudas tu mismo y que aunque salgas lleno de barro el hecho es que sales. Y el barro se adhiere a tu piel pero poco a poco se seca y se cae. Sentirte vivo al volver a respirar y mientras buscas tu hogar tropezar y volver a caer y caer y caer y caer. Pero ya no es igual, ahora sabes quién eres y sabes lo que has conseguido y ya nada te puede hacer caer. Ni siquiera la muerte.
Cuando la gente me mira y me ve como una más igual se pueden pensar que estoy loca, igual que muchos se pensaban que Einstein estaba loco. Yo creo que los locos son los demás y estar aquí arriba creo que me ayudará a poder ayudar a todo el que me necesite. Porque en definitiva, para eso estoy.